Durante los 30 mil años de convivencia en el globo terrestre del Hombre
de Neandertal y el Hommo Sapiens, el perro se fue acercando a los poblados de este último para obtener comida y protección a cambio de su gran olfato, que ayudaría al hombre a detectar los ataques enemigos.
Desde entonces, el hombre, depredador natural, se alió con el perro y le ayudó a evolucionar trabajando en los ejemplares más valiosos. Así llegamos a nuestros días en los que disfrutamos de ellos en el deporte cinegético.
En este capítulo ofrecemos la información necesaria para conocimiento y elección de cualquier perro de caza.
Acompañamos con el estándar de cada raza un informe psicológico que tratará los instintos de muestra, caza, cobro, la motivación, la voluntad de complacer, la tasa de retención del aprendizaje, la
adaptabilidad, etc,..
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